Diseño, Tradición y Elegancia Desde 1953.

Pons Quintana es sinónimo de excelencia en el calzado, con una historia que comienza en 1953 en el encantador pueblo de Alaior, en la isla de Menorca. Esta firma, nacida como una empresa familiar, ha sabido combinar a la perfección la tradición artesanal con la innovación en el diseño, creando un legado que perdura más de 70 años.

Desde sus inicios, Pons Quintana se ha destacado por su especialización en el arte del trenzado a mano, una técnica que ha sido refinada a lo largo de generaciones. Este proceso artesanal se ha convertido en el sello distintivo de la marca, plasmado en cada una de sus sandalias de piel. Cada par de zapatos es el resultado de un meticuloso trabajo manual, donde la atención al detalle y el uso de materiales de la más alta calidad se unen para crear piezas únicas.

A lo largo de las décadas, la firma ha evolucionado, adaptándose a las necesidades de un mercado en constante cambio sin perder su esencia. Pons Quintana ha logrado mantenerse a la vanguardia del diseño, ofreciendo calzado que no solo refleja las últimas tendencias de la moda, sino que también honra su rica herencia artesanal. Esta combinación de tradición e innovación ha permitido que la marca siga siendo relevante y deseada por mujeres de todo el mundo.

Pons Quintana se dirige a una mujer elegante y sofisticada que valora la comodidad tanto como el estilo. Sus sandalias de piel, elaboradas con la técnica de trenzado a mano, ofrecen una experiencia única de confort y distinción, ideales para el día a día pero con un toque de lujo que las hace destacar en cualquier ocasión. Cada diseño es una obra de arte en sí mismo, pensado para realzar la feminidad y la gracia de quien lo lleva.

Hoy en día, Pons Quintana es reconocida internacionalmente, exportando su calzado a los mercados más exigentes y continuando con su compromiso de calidad y elegancia. La firma ha demostrado que es posible preservar la tradición y el savoir-faire artesanal mientras se innova y se avanza en un mundo moderno. En cada par de zapatos de Pons Quintana se puede ver la pasión por el trabajo bien hecho, una tradición que ha sido transmitida de generación en generación, y que seguirá marcando el camino hacia el futuro de la marca.